Plaza del Pópulo / Plaza de los Leones
Descripción
Una fuente con cuatro leones que arrojan agua por su boca da nombre a esta plaza, al menos uno de sus nombres, porque este enclave de Baeza también es conocido como la Plaza del Pópulo. Además de la fuente, aquí se encuentra la antigua carnicería, hoy edificio judicial, el arco de Villalar y la puerta de Jaén, engarzadas con la casa del Pópulo, edificio plateresco que alberga la Oficina de Turismo.
La plaza se terminó de reorganizar en los años sesenta, fecha en la que algunos de los elementos urbanos son reubicados. Anterior a esta nueva disposición, la conocida como plaza Baja era una prolongación de la plaza del Mercado o Paseo. Próximo a este espacio se encontraba la plaza del Pescado, con los Bodegones de la ciudad, donde se vendía vino, pescado y carne.
Fuente de los Leones
Pero es imposible adentrarse en esta plaza y que no se vaya la vista a esta pintoresca fuente, con sus mencionados leones de melenas ensortijadas que cuidan de la figura de Imilce, una princesa íbera esposa del general cartaginés Aníbal natural de Cástulo, antigua ciudad cercana a Linares. Se cree que la estatua que corona la obra de los Leones procede de aquella urbe ya desaparecida, y que toda la fuente fue trasladada a Baeza ya en el siglo XV. La verdad es que no hay pruebas de que esta historia sea verídica, de hecho, hay historiadores que la califican de inverosímil porque los trazos de la estatua y la fuente no casan con aquella época. Pero el encanto de una ciudad también se nutre de sus leyendas y esta es una digna de escuchar, si se puede, contada por un guía. Lo que sí está documentado es que la escultura perdió la cabeza durante la Guerra Civil y fue restituida por Gálvez Mata, escultor baezano.
El edificio ubicado en el lado sur de la plaza es la Audiencia Civil y Escribanías Públicas o, directamente, la Casa del Pópulo. El nombre se debe a que antaño un lienzo de la Virgen del Pópulo colgaba de uno de sus balcones. Este es un ejemplo más de la arquitectura renacentista de Baeza y que actualmente está ocupado por la Oficina de Turismo local, por lo tanto, es una visita ineludible también por motivos prácticos. El edificio corresponde al plateresco y data de la primera mitad del siglo XVI, aunque fue restaurado en el XX debido a su deterioro. En la fachada destacan sus grandes escudos, el imperial y el de la ciudad, entre otros detalles y adornos.
En la Plaza de los Leones también hay que detenerse en la Antigua Carnicería, otra construcción del XVI que era destinada para el acopio y venta de carne. Aquí también puede verse un gran escudo imperial en la fachada, un elemento muy presente en la ornamentación baezana. Un águila bicéfala con sendas coronas protege el emblema, un símbolo que se importó de la heráldica germana y que empezó a verse tras la llegada al trono de Carlos I.
Puerta de Jaén y arco de Villalar
Desde esta plaza también se puede ver la Puerta de Jaén, que pertenecía a la muralla medieval que Isabel la Católica mandó destruir en 1476. El motivo fueron los enfrentamientos entre familias, que se desarrollaron en las calles de Baeza, sirvieron como excusa final a la reina Isabel para inutilizar la muralla. La puerta se rehízo ya durante el reinado de Carlos I.
Contiguo a la Puerta de Jaén se encuentra el Arco de Villalar, levantado en 1521 para conmemorar la victoria del emperador Carlos I sobre los Comuneros en el pueblo de Villalar (Valladolid). En Baeza, donde también hubo disputas comuneras, la familia de los Carvajales, leales al rey, mandó construir este arco para celebrar el triunfo militar.
