Oleoturismo
La provincia de Jaén está íntimamente ligada al aceite, uno de los mejores del mundo. Los campos de olivos que tanto inspiraban a Antonio Machado dominan el paisaje autóctono, también en Baeza. Los turistas cada vez tienen mayor interés por este maravilloso producto extraído de las aceitunas, sobre el proceso de elaboración, sobre las distintas variedades… El Oleoturismo acerca y difunde la cultura del olivo y del aceite de oliva.
Este tipo de turismo interior es un complemento perfecto para una visita a Baeza. Las actividades, visitas, alojamiento, restauración, compras, rutas, senderismo y relax giran en torno al aceite de oliva. El oleoturismo permite capturar la esencia de la cultura que rodea el mundo del olivo y presenta una nueva forma de disfrutar del tiempo libre entre la naturaleza y la gastronomía, conociendo en profundidad los beneficios que aporta el aceite de oliva a la salud.
El oleoturismo es una experiencia placentera y que además se puede complementar con el turismo de naturaleza en la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, o en otras sierras de Jaén, como Sierra Mágina, Sierra de Andújar y Despeñaperros. Una gran opción son las Rutas de Vía Verde del Aceite que discurren por la provincia de jaén, incluso alguna se adentra en Córdoba.
El Olivo
El olivo es todo un tesoro indisoluble a la realidad, identidad y a las gentes de la provincia de Jaén. No sólo por su importancia económica, sino porque ha generado, a lo largo de los siglos, una cultura específica que tiene en este árbol y su fruto su razón de ser. Es por eso que se puede hablar de una cultura del olivo, cuyos ingredientes son los paisajes, cortijos, almazaras, fiestas populares, etc. Las labores propias del cultivo y recolección, así como el proceso de obtención de aceite, generan todo un mundo con una idiosincrasia muy particular (señas de identidad propias, jergas, modos de vida y costumbres, paisajes, modelos de desarrollo económico, etc.).
El olivo es una especie arbórea originaria del Mediterráneo oriental (Asia Menor), donde empezó a cultivarse, pero el alto valor de sus producciones facilitó su expansión por todas las riberas mediterráneas. Es un árbol muy bien adaptado a condiciones ambientales duras como las que se dan en Jaén, con sequías, altas temperaturas en verano, frío en invierno y suelos generalmente pobres. El olivo florece al final de la primavera (abril-mayo) y su fruto, las aceitunas, se desarrollan durante todo el verano hasta su maduración verde a comienzos del otoño (septiembre-octubre). Sigue a continuación el cambio de color (envero), hasta completar su madurez fisiológica en los primeros meses del invierno.
Museo de la cultura del Olivo
El Museo de la Cultura del Olivo de Baeza, creado en el año 1997, es el templo del olivar y el aceite de oliva en la provincia de Jaén. Un lugar único para disfrutar del oleoturismo, para sentir las raíces de este árbol, el paisaje, la gastronomía, las costumbres populares y la arquitectura tradicional. En el Museo, todo gira alrededor del cultivo del olivar y la elaboración del aceite de Oliva.
En este Museo, que recibe su nombre del Paraje Natural de La Laguna Grande, situado a unos escasos dos kilómetros, se conoce al olivo desde la Antigüedad. Aquí los visitantes podrán disfrutar de especies de toda la cuenca del Mediterráneo en su Jardín de Variedades, observar el funcionamiento de los antiguos sistemas de elaboración del aceite de oliva: desde el pisado, la torsión, hasta la llegada de la Prensa de Viga, la Prensa de Torre o la Prensa de Alhorí con sistema de rueda y cadena.
Pero sin duda, en este gran edificio del s. XVII, destaca su Bodega, conocida como la “Catedral del Aceite” y construida en 1848, ejemplo de arquitectura industrial con influencias centro europeas y símbolo del progreso del olivar andaluz en el s. XIX. Visitar el Museo de la Cultura del Olivo, acompañado por un guía especializado y complementando perfectamente todas las actividades de oleoturismo, es una oportunidad que no podrá dejar escapar para sentir la tierra del olivo.