Auditorio – Convento de San Francisco
Descripción
El convento de San Francisco es una de las obras más trascendentes del renacimiento andaluz, pero por una serie de infortunios no ha llegado a nuestros días completa. Los terremotos de los siglos XVIII y XIX, el posterior saqueo de los franceses durante la invasión y el paso del tiempo han impedido que ahora podamos disfrutar de toda su grandeza. El complejo fue vendido durante la Desamortización de Mendizábal y el espacio fue ocupado por comercios, viviendas y hasta un teatro, que se mantuvieron hasta los años setenta del siglo XX.
En este complejo funerario conventual Andrés Vandelvira derrochó toda su genialidad y creó uno de los monumentos más originales del renacimiento andaluz. La escritura fundacional (1538) está a nombre de don Diego Valencia de Benavides, segundo hijo del señor de Jabalquinto, y su esposa, doña Leonor de Guzmán y Mendoza, hija del tercer duque de Medina Sidonia. Nacía así el convento de San Francisco, que no era el primero que se construyó en Baeza. En el siglo XIII se situó el recinto extramuros y en 1386 fue tomado por los musulmanes durante el cerco a la ciudad. Aun existió otro convento más pequeño antes de que la comunidad religiosa recalase en el de San Francisco.
Las obras de rehabilitación y mejora prosiguen. La primera fase para la restauración del auditorio finalizó en marzo de 2022 y dotó al edificio de todo el equipamiento necesario para impulsar el turismo de congresos en Baeza. En esta fase también se eliminaron las humedades que afeaban la piedra. La mezcla de la modernidad de las pantallas, el escenario y los equipos de iluminación y sonido no emborronan el estilo y la tradición del convento de San Francisco, sino que lo adaptan al siglo XXI.
Capilla de Benavides
La capilla mayor o de Benavides resultó ser lo más dañado por los sucesivos infortunios y solo se conserva el lateral izquierdo, compuesto por un retablo realizado en piedra, con dos relieves que representan la Adoración de los Reyes y de los Pastores, y las capillas bajas con personajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Esta capilla funeraria fue una de las grandes creaciones de Vandelvira y dentro del templo queda como un elemento autónomo, distinto estilísticamente al resto.
Un desastre mayúsculo, el gran terremoto de Lisboa de 1755, que se sintió con fuerza en buena parte de Andalucía, agrietó la bóveda de la capilla mayor y tuvo que ser desmontada para su reparación, labor que fue interrumpida después por la invasión napoleónica. Aún permanece la iglesia de cruz latina, a la que se accede por un gran arco de medio punto que enmarca toda la portada, con relieve de San Francisco y un tondo con la Virgen, que dan paso en la actualidad a un gran auditorio. También se conserva el claustro del convento, con una escalera de triple arcada y formado en la planta baja por arcos moldurados de medio punto sobre pilastras. La zona alta tiene ventanas rectangulares y dos de ellas están coronadas con medallones. Hoy el claustro está dedicado a uso hostelero.Busto de Andrés Vandelvira
En el exterior podemos observar un busto de Andrés de Vandelvira obra de Antonio Perez Almahano que se inauguró en 2018 para celebrar el 15º aniversario de la declaración de Patrimonio Mundial de Baeza. La estatua del ingeniero, que parece estar observando su obra, se instaló en el espacio libre circundante de las conocidas como Ruinas de San Francisco. Con esta escultura se pretende difundir y reconocer la obra del arquitecto, figura fundamental en el desarrollo del Baeza en el siglo XVI. Andrés Vandelvira nació en Albacete en 1505 y fue instruido por su padre, Pedro, que había estudiado en Italia. También pudo haber aprendido del maestro cantero Francisco de Luna, pues contrajo matrimonio con su hija Luisa. Además de este convento, su obra queda patente en buena parte de la Baeza renacentista. Vandelvira muere en Jaén en 1575.